Proa
A proa de tus labios, mandamiento
de lejanas orillas,
voy hambriento,
buscando un porvenir de maravillas.
Un ligero rubor en tus mejillas
desmaquilla la rosa de los vientos
y en mi boca sencilla
te vuelves condición de mi alimento.
A proa de tus labios, norte, llave,
faro y nave
de un mar enardecido,
encamino las olas de mis besos
de amor, en el espeso
océano voraz de tu latido.
Del libro Llevarás en la piel.
Pintura: Willy Kissmer.